Navegantes

A mis compañeros poetas y escritores dueños de esta misma noche sin autor...

Queridos amigos, esta noche visto de luto 
 Habiendo asesinado hace dos lamentos
El ultimo recuerdo entre sus brazos.

Queridísimos amigos 
Compañeros de desvelos
 Conocéis el sabor de esta espina
Este elixir sangrante
Que hace de nosotros lo que  su vientre de nadie le pida.
 
Al leerte viajero solo encontré los versos
Que escondo en las rendijas 
de la estúpida farsa de fortaleza que me forjo
Esos que gritan como alma en pena 
entre las llamas de mis ecos
Fantasmas descoloridos que deambulan por mis dedos
Se me enredan , me poseen, y me vuelven a desmembrar.

Entonces, ¿Qué hacer por las noches Oh hermanos míos?
Saciar la pluma fuente con la verdad? Con el tormento?
Con la necesidad de vaciarnos, con olas de mar
con amores clandestinos sin velas,  ni quilla,
Con locuras o epifanías? Que hacer con la oscuridad?
 
Sin ella es imposible la vida,

Sin su vuelo friolento de madrugadas desoladas
Sin su lóbrego abrazo de brazos como trenes
Con fin, eso si, con un final, pero sin ella  que difícil despertar. 

Mis queridísimos amigos, mis poetas desangrados 
Solo he querido publicar a gritos desaforados
Con sentimientos desmembrados
Con luciérnagas en la boca y este par de alas rotas
y aunque me fume el cigarrillo de la derrota:

Que somos muchos!
Que nuestras sombras en compañía
Iluminan la poesía,
Que en su fragilidad escarlata nos regala un corazón
De esos que todo lo sienten en demasía
y con el calor de lo que herve en sueños,
Fragua del mismísimo amor!