Escondo mis versos en esta cajita,
q en su simlicidad pretendo plantar
miradas eternas,
una sonrisa fugaz,
de esas que con su ráfaga intensa iluminen
hasta el parque central;
dos abrazos sin dueño
y una irreverente canción
que en tus labios se estrelle y palpite como beso de amor;
unos cuantos deseos nonatos
y fantasías que he de prometer,
guardaré una estrella en caso de emergencia
y una vela para mas de algún amanecer.
En esta noble cajita
he de habitar este barquito de viento
q me ha concedido el tiempo
para verte regresar...
Ah! Ésta nuestra hija, nuestra madre, nuestra hermana y nuestra amante:ésta nostastalgia que parimos con los ojos. Ha de venir un dia a frotar nuestra entraña con su suave fragancia de cuerpos distantes y frios, de besos ardientes en labios infantiles, inocencias tergiversadas. Ha de venir un dia y no despertaré.
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