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sábado, 6 de marzo de 2010

Un adiós en la Llovizna.



El mundo se sacudía las telarañas aquella noche de diciembre en que nací, un jinete esperando con fé cabalgar en esa oscuridad blanquecina, la pegajosa neblina del tiempo. Aquel somnoliento estado no tapaba lo mugriento del hambriento resguardado en lo mas profundo del desván. Días ha contado para aquel esperado regreso, espeso recuerdo difícil de cortar, circuncidado circula en su mente, errante entre sus recuerdos.

Esta tierra de portentos abrió su puerto a mi, llegué sin ningún contratiempo, arremetiendo a sus insinuaciones de ladrón ensordecido por su propia hipocresía, preparaba el día de mi caída fatal, Oh pobre mortal, desde cuando acá he sucumbido a la belleza cuando es la estupidez su compañera leal?

Dime cuando estés dispuesto a remar. Ya las olas nos traen pairos y derivas, ya este campo se niega a florecer aquellos sueños plantados cuando vimos amanecer, aquella verde luna en lunes, aquella esperanza hecha horizonte...temblaban recuerdas?, temblaban sus colores al escuchar nuestro calor, susurraban presagios de destierro y escándalo, y con tu aroma a madera de sándalo me fui refugiando en la gran nada de tu mirada, tan vacía como tu alma misma. Jamás pensé que el hecho que estuvieses hecho de papel me fuese a importar algún día, pero me doy cuenta que siendo mar embravecida resulta un inconveniente de vida, una amenaza a tu delicada poesía barata. Suena tan conveniente tu ola encolerizada, ese te amo hecho de carne que regalas.

Me he sacudido tus heridas de guerra tus dolores de prueba y tus arenas de sol, antes podía mirarte directo a esos dos tormentos que perforan mi faz y mi voz, prefiero la distancia segura de medio año de viaje entre tu venganza y mi debilidad de seda, entre tu natura y mi carruaje desbocado, son en estos días que tu brocado de lágrimas aflora del filo de mis manos, derramándose entre los hermanos dulces de mi libertad. Aunque no lo quiera permanezco en mi cárcel de sal. Solo en estos días claroscuro, violeta engendrado en sepia, marrón de darbuca y pandereta, ni rastros de tu verde sin fin…

Mis recuerdos. Arrastran los pies en la lejanía, ecos de pasos pesados en sus voces, les veo pasar, les veo ignorar, hacerse colochos de dignidad, vacíos inadvertidos, tan divertidos como tu, y sé, q a propósito olvido mi mejor accesorio en casa, mi mejor accesorio eras tu…

Y que si no me afectó, y que si pienso que es lo mejor, misteriosamente cierto. Mi miedo se ha marchado con la cabeza para abajo sabiendo que no espero su regreso..."Farewell" - dijo y se quedó helado, en su mano la copa indecorosa de su libertad, tibia y ajena montó vuelo y surco el mar.

Tres dudas, se refrescban en el joven río ingenuo que palpitaba por mis venas, se deslizaban en el latido leve y espontáneo de mis primeros pasos por tu aldea, eras nuevo, no constante, y si haz de tener suerte –dije-déjame cortarte la vena de un frío pasado azorado, ahora con demasiado tiempo de sobra a su lado, vaya manera de escribir!- vaya manera de caer en el redil.

Y esta noche no he hecho nada, no voy a dormir, he de clavar en tu mirada , la ultima carcajada que he guardado para ti, para tu estéril e insensata amargura de ciervo infiel, no por juegos de carne y sombra, ni por los pliegues de tu lealtad, tan solo por tu sombría verdad que se le ha ocurrido traicionar.

Como me esmero en tu mirada, carente de inviernos infernados, infiernos se desolan en magnifica evolución, a quien se le ocurrió hablar en esta fiesta inmoral que planeo tu foráneo ego en obscura premeditación, baja realeza de lo exagerado, te has atrevido a traspasar lo sagrado con la llama ácida de tu desnudez, pretendes amarme con tu golpes de sensatez, con tu mirada perdida de cazador de estrellas, NO. Ya no soy aquella niña a la que le enseño a contar Dios, ya mis infinitos ya son plausibles bajo la sombra de tu grandeza, los universos irreversibles bajo las frases encapsuladas, de un hada esclavizada de tu reino surreal.

No se me olvida tu horroroso encuentro con el viento mientras colgaba del hilo que Morfeo sostenia en su dedo medio, engendrando pensamientos, criaturas hijas del “no creo”, y del “no existo”, nacen ciegos y caen, sin haber aprendido a volar, sin saber si es sangre lo que se disuelve en sus bocas sedientas, sin oír su motor palpitar. Aúllan por las lunas muertas de su espacio en agonía, se ahogan creyendo que es su ultima fantasía concedida desde el mas alto anden de la creación, quedáronse sin pintura los artistas, vaya parodia de sonrisa que has dejado, en ese marco de labios, desde la prisión donde te contemplo en sueños.

Vaya noche de lloviznas y traiciones, como haré para quitarme tu sabor del paladar, este bombardeo de voces penetrantes que me increpan que ya cerca, que se avecina la llovizna que propone mojar todo lo que fui. Y exactamente ha sido cual descrito, esos gritos en lo alto describen como hace poco fui, acribillada en lo mas alto de mi nombre, arrodillada en su rumbo ,condenada a mirar atrás., tantos llantos ha develado el destino, suficientes para llenar el otro mar.

Cuantos he de coleccionar…

El mundo se sacudía las telarañas aquella noche de diciembre en que nací…

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