Día 3, medianoche.
Siento tu dolor rondar
Día cuatro, incertidumbre.
Un rosario de perlas saladas,
un puñado de tierra mojada
y un olor a ciudad en soledad.
Polvo de estrellas en mi mejilla,
de indómitas estrellas amanezqueras
querubes que besan tu tierna piel de madrugada.
Corazón de cuarzo blanco
tu has nacido para sanar